Los padres que dedican tiempo a sus hijos, aunque sea cinco minutos al día, si es que el trabajo o las ocupaciones no les permiten más, logran que éstos tengan más oportunidades de llegar a ser adultos seguros de sí mismos, con una personalidad y carácter mas definido.
Se sabe que los chicos cuyos padres les dedicaron un tiempo exclusivo para conversar de sus inquietudes, tareas escolares y vida social llegaron a ser jóvenes llenos de esperanzas y seguridad. Es decir, es importante, más que "cantidad de tiempo", "CALIDAD DE TIEMPO". No importa si sólo puedes estar cinco minutos diarios....pero que sean cinco minutos "especiales", nutritivos emocionalmente para ellos, que puedan quedarse con esa grata sensación de seguridad y confianza durante todo el día, hasta el día siguiente que nuevamente estarás con ellos.
Un estudio, realizado por la Universidad de Oxford, seleccionó a chicos con alta autoestima, felicidad y seguridad. Éstos habían conversado siempre con sus padres. También reveló que no existen diferencias significativas entre los niños, que viven con uno o ambos padres.
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